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jueves, 21 de agosto de 2014

El tema para constelar lo puede descubrir contestando algunas de estas preguntas:
  • ¿Qué es lo esencial para mi hoy?
  • En el camino de vida que llevo, ¿qué es lo que realmente necesito hoy? 
  • ¿Qué es lo que intento una y otra vez y no consigo? 
  • ¿Existe un patrón de repetición en mi vida, mis actitudes, mis elecciones?
  • ¿Algo ha ocurrido, algo que no puedo integrar?
La constelación no va a ir más allá de lo que uno como cliente pone. En el equilibrio entre dar y recibir, la persona asume y agradece su vida como es, y la vida le regalará algo a cambio.

El constelador no es el sanador, sólo se pone al servicio de tu destino, tu sistema familiar y de la energía, permitiendo que otras fuerzas (movimiento del espíritu, fuerzas de sanación, el campo, etc.) trabajen haciendo emerger una nueva realidad de tu propia vida.


Ese movimiento de sanación respeta el libre albedrío de la persona y no irá más allá de lo que la persona entrega, en cuanto a amor, aceptación y respeto.


Por otra parte, no existe sanación individual, la sanación es de todos. La solución es necesariamente una solución buena para todos. Por lo que nos podemos olvidar de lo que queremos conseguir. Sólo las fuerzas de sanación, saben cuál puede ser la solución buena para nosotros. Y nuestra apertura a la vida como es permitirá que se desarrolle una solución totalmente inesperada y buena para todos.

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